Habla con los menores de tu familia sobre los riesgos de apostar.
Mantén una buena comunicación sobre el tema con tus hijos e hijas, y sé un referente manteniendo un comportamiento adecuado en relación con el juego.
Hazles ver los riesgos y adicciones que las apuestas conllevan, haciendo hincapié en que en los anuncios nos bombardean con un mensaje que nos muestra las posibilidades de ganar de una forma absolutamente parcial.
Por último, vigila posibles gastos injustificados, irritabilidad o nerviosismo, ausencias a clase, abandono de actividades que practicaban o dejar de lado a las amistades. Son algunas de las señales evidentes del juego de azar en menores.